Estábamos en casa el fin de semana recogiendo cosas, en las habitaciones
de mis hijos permanecen sus muñequitos, Felisa y el Payasete. Se los
hice cuando eran muy pequeños y les han acompañado en muchas aventuras,
desvelos e incluso viajes.
Utilicé algodón rústico, color crudo, pinté las caritas y bordé las sonrisas de los muñecos para que no se pudieran borrar nunca.Los vestiditos son de franela, porque les encantaba el tacto de ese género.
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